6 beneficios de jugar
Share
¡Juega y sé feliz!
Cuando los niños juegan son felices y, en ese momento, no existe nada más importante para ellos.
Todos sabemos que jugar es algo innato para los niños y niñas, es una necesidad. Jugar es sinónimo de alegría y diversión, los niños juegan de forma libre y voluntaria, una actividad que siempre desean hacer y cuando lo hacen ponen en ella toda su ilusión.
Cuando juegan no existe nada más. Su trabajo en ese momento es jugar y mientras lo hacen están creciendo y aprendiendo sin darse cuenta. Como dijo Albert Einstein, el juego es la forma más elevada de la investigación, jugando se están conociendo a ellos mismos y a su vez, el mundo que les rodea. Por eso, jugar resulta esencial para su desarrollo y aprendizaje. Y lo mejor de todo es que cuando juegan ¡son felices!
The Genius of Play, de la Asociación del Juguete, nos explica que a través del juego los niños desarrollan habilidades esenciales para la vida. ¡Y no podríamos estar más de acuerdo con ellos! Entre ellas queremos destacar las siguientes:
Ayuda a entender y expresar emociones:
Cuando juegan pueden expresarse libremente, aprenden a lidiar con sus emociones a medida que actúan para hacer frente a sus miedos o sentimientos. De esta forma, mejoran la confianza en sí mismos y la autopercepción. Además, también es una oportunidad para fomentar la empatía.
Ayuda a desarrollar destrezas físicas:
El juego activo es esencial para el desarrollo físico de los niños. Les ayuda a mejorar su coordinación, equilibrio y habilidades motoras. Además, existen numerosos estudios que confirman el beneficio de llevar una vida activa desde pequeños, mejorando su salud, hábitos alimenticios y hasta el sueño.
Mejora habilidades cognitivas:
Una de las mejores formas de estimular el desarrollo del cerebro de los niños es ¡jugando! En la etapa de 0 a 3 años, empiezan a aprender destrezas cognitivas como prestar atención, razonar, recordar cosas que han aprendido y experimentado… por eso será importante que juguemos con ellos y les facilitemos los recursos necesarios para estos aprendizajes. A partir de los 3 años, serán más autónomos a la hora de jugar y el simple hecho de tomar decisiones, concentrarse en la actividad y resolver problemas, supondrá un elemento importante del control y desarrollo cognitivo.
Mejora la comunicación:
Al jugar con otros, los niños aprenden el arte de la comunicación. ¡Hasta llegan a reconocer las expresiones faciales y el lenguaje corporal! Ya sea a través de juegos de roles, juegos de mesa, juegos en grupo… los pequeños descubren como mantener conversaciones, como expresar sus pensamientos y de esta forma van mejorando las habilidades del lenguaje y alfabetización.
Aumenta la creatividad:
El juego permite que los niños dejen volar su imaginación mientras crean mundos propios en los que solo ellos tienen el control. El juego ofrece a los niños la libertad de explorar nuevas posibilidades, tener ideas y buscar soluciones creativas y únicas. ¡Muy importante para su futuro!
Amplía las habilidades sociales:
El juego cooperativo ayuda a los niños a mejorar sus habilidades sociales. Les ayuda a aprender a colaborar con los demás, a compartir, mostrar afecto, resolver conflictos… Y a su vez, aprenden los roles y la convivencia en sociedad.
Entonces ¿qué hacemos que no estamos todos jugando? Al fin y al cabo, no hay edad para dejar de jugar. Seamos niños o adultos, jugar nos aporta innumerables beneficios y no nos olvidemos de que jugando reducimos el estrés y la ansiedad.
Así que, se puede decir más alto, pero no más claro: ¡Juega y sé feliz!